09 abril, 2008

Pekín 2008


No por esperada deja de ser indignante la reacción internacional a los últimos acontecimientos en China. Es increíble oír tantas tonterías una detrás de otra. No hay gobernantes con vergüenza. Nada de hablar de un boicot ni de llamadas de atención diplomáticas siquiera. Claro, se trata de la futura primera potencia mundial y hay muchos intereses económicos en juego.

Por parte del movimiento olímpico es necesaria una respuesta contundente a la falta de respeto más absoluta a sus principios fundacionales que está mostrando (una vez más) el gobierno chino. Aunque era de esperar y lo increíble hubiera sido que, de la noche a la mañana, y sólo por ser sede de unos Juegos Olímpicos, China se convirtiera en nación ejemplar en su trato a sus ciudadanos.

Y no es que China sea la única ni la mayor "violadora" de derechos humanos del mundo, pero es que no le pestañean las gracias nadie...

Os dejo un enlace a la web de Reporteros Sin Frontera que están haciendo un seguimiento interesante de este asunto (pincha aquí).

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